Son dispositivos diseñados específicamente para trabajar con grandes láminas de vidrio. Su estructura está pensada para trasladar, posicionar y montar vidrios en diversos entornos: naves, obras e interiores. Con construcción compacta y ruedas robustas, se mueven por superficies irregulares sin perder estabilidad, aumentando el confort y la precisión durante el montaje.
Incorporan un sistema avanzado de ventosas de vacío. Así, sujetan con seguridad láminas de vidrio de gran formato sin riesgo de rotura, rayado o caída. El proceso es fluido y seguro: con control remoto por radio, el robot eleva, traslada y ajusta el vidrio en el marco de ventana o fachada con exactitud. Se logra montar más rápido, con menos paradas y menos riesgo de daños o sobrecarga del personal.
Montados sobre un chasis estable con ruedas, sirven para transportar y posicionar con precisión ventanas en los puntos de instalación. Gracias al vacío, la ventana se sujeta con estabilidad y el operador puede girar o mover delicadamente sin levantar manualmente. Ideal para ventanas grandes en zonas de difícil acceso, donde las herramientas tradicionales fallan o elevan el riesgo de error.
Gracias a la hidráulica y al control por radio, el operador gestiona el elevado, giro, desplazamiento y ajuste fino. El manejo intuitivo acorta los tiempos y reduce errores.
Permiten montar en tres ejes: elevar, desplazar y ajustar con precisión. La operación puede realizarla un equipo mínimo (incluso una persona), lo que en construcción y acristalado es una gran ventaja por coste y ritmo.
Resumen
Los robots de montaje Befard sobre ruedas —incluidos manipuladores para ventanas y robots de acristalado— se enfocan en precisión, movilidad y seguridad. Con ventosas de vacío, control por radio y mecánica móvil compacta, permiten montar grandes vidrios o ventanas de forma rápida y segura donde los métodos tradicionales se quedan cortos. Invertir en ellos es avanzar hacia la eficiencia: menos costes laborales y de reprocesos, menor riesgo de daños y mayor precisión.